Al pensar en la paz, ¿qué viene a tu mente?

La paz puede tener muchos significados, pero si la definición no tiene sus raíces en la Palabra de Dios, la paz que anhelamos será sólo la sombra de la paz que Dios anhela darnos.

Ahora, pidamos que la paz de Dios llene el mundo y nuestras vidas al orar con estas dos oraciones.

Experimenta la Paz de Dios

Dios, mi vida está llena de pruebas y dificultades. A veces, me siento abrumado y afligido. Sin embargo, estoy agradecido de que siempre estás conmigo. En Ti puedo tener paz. No importa lo que enfrente, hoy elijo no dejar que mi corazón se turbe o tenga miedo. Mi mente está fija en Ti y en Ti confío. Y mientras lo hago, lléname de gozo y paz para que por el poder de tu Santo Espíritu, abunde en mí la esperanza. Guarda mi corazón y dame la fuerza para vivir una vida marcada por Tu paz. Amén.

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Paz para nuestro mundo

Amado Dios, gracias por vencer el mundo. Gracias porque en todo somos más que vencedores gracias a Ti y a Tu amor por nosotros. Ayúdanos hoy y cada día a “apartarnos del mal y hacer el bien. A buscar la paz y seguirla”. Pon en nosotros el deseo de mantener la unidad y ser lentos para enojarnos.

Que las palabras de nuestra boca y la meditación del corazón te sean gratas. Guía nuestros pies por caminos de paz y enséñanos a contar bien nuestros días para que el corazón adquiera sabiduría. Señor, sana nuestra tierra y bendice tu pueblo con la paz. Amén.

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