Padre, gracias porque nada con lo que luchamos es para Tí imposible de superar. Tú estas sobre todas las cosas, y en tí forman un todo coherente.
Este tiempo es difícil para todos, especialmente para nuestros hermanos y hermanas que luchan contra las adicciones. Ayúdalos a entender que sus luchas no definen su identidad y valor.
Son Tus hijos, llamados por Tu nombre y destinados a Tus propósitos. Muéstrales que sus cadenas han sido rotas.
Ayúdalos a resistir la tentación para que puedan abrazar esa plenitud de vida que Tú das. Bríndales Tu fuerza para defenderse cuando se sientan abrumados y atrae a sus vidas las personas que los van a apoyar.
Proteje sus cuerpos, corazones y mentes. Protégelos de la tentación y líbralos del mal.
En el nombre de Jesús, amén.