Hay un plan
para todo tipo
de relación.

Ya sea que estés soltero, saliendo con alguien, casado, o “es complicado,” tus relaciones le interesan a Dios. A todos se nos ordenó “ama al Señor tu Dios… y ama al prójimo como a tí mismo.”

Es difícil amar a los demás si no amas primero a Dios. Amar a Dios no es suficiente. Su amor debe hacerte ver a ti mismo de manera diferente. Cuando te ves como Dios te ve, puedes amar a los demás en la forma como Dios te ama. Si tienes metas para tus relaciones, busca primero a Dios en cada relación.