Así que decidiste seguir a Jesús … ¿ahora qué?
Todos tenemos la idea de cómo es seguir a Jesús. Pero si somos honestos, nuestro punto de vista está influenciado por nuestros valores culturales, la política, nuestros ancestros y lo que sucede actualmente en el mundo que nos rodea. Si nos despojamos de esas influencias externas, ¿cómo se vería realmente un seguidor de Jesús?
Las culturas y los valores cambiarán, pero la Palabra de Dios siempre revelará lo que significa ser cristiano.
Hoy, analicemos tres pasajes bíblicos que nos ayudarán a entender cómo seguir a Jesús. Estos pasos no son una lista completa, pero te darán una descripción general de lo que significa vivir cada día como Jesús.
Amar a Dios
Este pasaje es conocido como “el Gran Mandamiento” porque con él, Jesús resume totalmente toda la ley del Antiguo Testamento. Jesús, demostró perfectamente este mandamiento cuando entregó su vida por nosotros.
Antes de continuar, es importante recordar que este mandamiento tiene tres partes: amar a Dios, a los demás y a sí mismo. Estas partes están unidas y solo son posibles si primero dejamos que Dios nos ame. Al tener en nosotros el amor de Dios, podemos amarlo a Él y permitir que nos cambie. Y cuando nos vemos a través del lente del amor de Dios, comenzamos a amar a los demás como Dios nos ama a nosotros. Así que, si queremos obedecer este mandamiento, entonces debemos seguir el ejemplo de Jesús y buscar a Dios como lo hizo Jesús:
Jesús pasó tiempo a solas con su Padre, Él hablaba con Dios regularmente, y colocaba la voluntad de Dios antes que sus propios deseos.
Para nosotros, esto puede parecer como reservar cada día un tiempo específico a la oración y el estudio de la Palabra de Dios. Podemos entregar todo a nuestro Padre celestial. Compartir con Él nuestras emociones, victorias, y circunstancias. También podemos pedirle que nos deje ver cómo podemos ayudar en acercar Su reino a la tierra. Con Dios, nada está fuera de límite. Él quiere pasar tiempo con nosotros.
Al dar prioridad al tiempo que pasamos con Dios entendemos quién es Él y lo que quiere para nosotros. Esto transforma la forma en que nos amamos a nosotros mismos y a los demás.
Y una de las formas más fáciles de aprender cómo es amar a los demás es analizando qué es el amor.
Amar a los demás
Este pasaje es una definición de amor, que define a Dios porque Dios es amor. Así, cuando deseamos saber si nuestras vidas están alineadas con el carácter de Dios, usamos este pasaje para evaluar nuestras acciones:
Dios es paciente con nosotros, ¿somos pacientes? Dios nos perdona, ¿perdonamos a los demás? Dios no nos reprocha nuestros errores, ¿dejamos de lado los rencores?
Esto no significa que siempre lo hacemos bien, pero hacernos estas preguntas nos ayuda a determinar si nos estamos acercando o alejando de Dios.
Si nuestros pensamientos son normalmente orgullosos, nuestras palabras normalmente hirientes, nuestras acciones normalmente egocéntricas, entonces muy probablemente no estemos siguiendo el mandato de Jesús de amar a Dios y a los demás. Si no lo estamos haciendo, podremos decir que pertenecemos a Jesús pero no, que lo seguimos.
Por fortuna, cuanto más nos comprometemos a pasar tiempo con Jesús, más empezamos actuar como Él.
Hacer discípulos
Mientras Jesús ascendía al cielo, les dijo a Sus seguidores que discipularan a otros. La palabra griega original de “hacer discípulos” es matheteuo, que significa “entrenar”
Jesús no está diciendo, “vayan y hagan que la gente se conviertan en discípulos”. Él dijo, “a medida que avanzan en la vida, aprendan y enseñen a la gente a seguirme, tal como yo les he enseñado”
Esto podría parecer el desarrollar una relación con el barista que prepara su café. Podría significar comprarle una comida a alguien y hacerle saber que lo valoras. O puede parecer que cuidas a tus hijos tratándolos con amor y afecto.
Quien sea que Dios ponga frente a ti, muéstrale lo que significa seguir a Jesús. Y en cada situación, que tus acciones sean guiadas por tu amor a Dios y a los demás.
¿En cuál de estos pasos necesitas enfocarte esta semana? Elige uno y pídele a Dios que te muestre cómo aplicarlo en tu vida diaria.
Compartir por correo electrónico
Esta publicación también está disponible en: Inglés Afrikáans Indonesio Alemán Filipino (Tagalo) Francés Italiano Holandés portugués Rumano Ruso Japonés Chino (Simplificado) Chino (Tradicional) Coreano Polaco Vietnamita