¿Cómo compartes tu fe?

Amigos en un edificio

Piensa en un amigo, un vecino, un miembro de la familia o un compañero de trabajo que no tenga una relación fuerte con Jesús. ¿Cómo compartirías tu fe con ellos?

Mateo 28:18-20, más conocido como “La Gran Comisión” es un buen lugar para empezar:

“Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.”

Mateo 28:18-20

En el griego original la frase “hacer discípulos” es una orden de “discipular”. Jesús no está haciendo una sugerencia, es un mandato urgente y continuo, y es el punto focal de la Gran Comisión.

Aquí hay 3 formas de discipular a otros aplicando la Gran Comisión a nuestras vidas:

  1. Ir

  2. La palabra griega original usada para “ir” indica una acción continua. No es necesariamente una orden de dejar tu trabajo o tu casa y entablar debates con desconocidos.

    En lugar de esto, este verbo indica que discipulamos desarrollando relaciones con las personas con que interactuamos cada día: en nuestro trabajo, en la escuela e incluso en el supermercado. Básicamente, Jesús está diciendo: “mientras viven sus vidas, entrenen y enseñen a las personas a seguirme”.

    Antes de continuar, debemos señalar que “ir” no siempre indica dejar nuestro país. Aunque Jesús nos llama a hacer discípulos “de todas las naciones”, Jesús también estaba hablando a los discípulos judíos que evitaban interactuar con otras etnias. Su mandato los desafiaba a acercarse a los conquistadores romanos, los viajeros de Etiopía y los vecinos samaritanos en su propia ciudad, así como en el extranjero.

    En otras palabras, Jesús les estaba mostrando que el cristianismo no es exclusivo de una raza, etnia o país, siempre es para todo el mundo. Las personas con las que interactuamos cada día suelen ser las personas que Dios nos pide con urgencia que alcancemos.

    ¿A quién ha puesto Dios a tu alrededor hoy y cómo puedes acercarte a ellos?

    Consejo: Puedes comenzar, compartiendo a alguien una motivadora Imagen de Versículo, o preguntando qué necesidad de oración tiene. Luego la colocas en tu Lista de oración de YouVersion.

  3. Bautizar

  4. Cuando piensas en el “bautismo”, ¿qué viene a tu mente? Si dijiste “sumergir a alguien en agua”, ¡no te equivocas! Pero el propósito del bautismo es expresar exteriormente un cambio interior de corazón. Es tanto una expresión de fe como un acto de obediencia y arrepentimiento, por lo cual es el siguiente paso natural que alguien da luego de la decisión de creer en Cristo y seguirlo.

    Podemos ayudar a las personas a decidir dar ese paso teniendo conversaciones honestas sobre lo que significa seguir a Jesús, respondiendo a sus preguntas sobre Dios y luego invitándolos a participar en el acto físico del bautismo.

    El bautismo es importante porque lo hizo Jesús, y además ordenó a Sus discípulos que bautizaran a otros. Entonces, cuando nos bautizamos, vivimos como Jesús y lo obedecemos. Este acto público nos permite identificarnos con la muerte y resurrección de Cristo, arrepentirnos de nuestra antigua manera de vivir y celebrar la vida eterna que ahora tenemos por el sacrificio de Jesús.

    Consejo: a medida que te relacionas con personas que podrían estar interesadas en bautizarse, aquí algunas preguntas que puedes hacerles…

    • ¿Crees que necesitas a Jesús?
    • ¿Qué significa para ti creer en Jesús?
    • ¿Crees que Jesús murió y resucitó por ti?
    • ¿Qué significa seguir a Jesús?
    • ¿Cómo le has pedido a Dios que te perdone tus errores del pasado?
    • ¿Has invitado a Jesús a tu vida?
  5. Enseñar

  6. Enseñar a alguien es un proceso de dos pasos: implica compartir ideas a alguien y modelar constantemente las cosas que estamos enseñando. No tiene que ser formal y, de acuerdo con la Gran Comisión, a menudo se hace mientras bautizamos.

    Lo principal a tener en mente es que no esperemos que la gente haga lo que Jesús nos ha mandado a menos que nosotros también estemos cumpliendo sus mandamientos.

    ¿Queremos que la gente conozca el amor de Dios? Entonces mostrémoslo a la gente. ¿Queremos que conozcan la compasión de Jesús? Entonces seamos compasivos. ¿Queremos que la gente sea generosa? Entonces seamos buenos administradores del dinero. ¿Queremos que la gente estudie la Palabra de Dios? Entonces tenemos que estudiarla nosotros.

    Modela lo que significa ser un discípulo dejando que alguien te acompañe mientras oras, estudias la Palabra, haces un presupuesto de tus finanzas y vives tu vida diaria.

    Consejo: Invita a alguien a completar un Plan Bíblico contigo. Pulsa el link abajo y busca Planes.

Ver Planes

En última instancia, nuestro objetivo no es hacer que personas sigan a Jesús, solo Dios puede cambiar la vida de alguien. Pero podemos vivir todos los días con intencionalidad, buscar oportunidades para desarrollar relaciones con las personas que nos rodean y mostrarles a los demás lo que significa conocer a Dios y darlo a conocer. Compartir nuestra fe se trata de compartir nuestras vidas y, al hacerlo, se nos presentarán oportunidades para hacer discípulos.

¿Quieres aprender más sobre lo que significa seguir a Jesús?

Aquí hay tres pasajes de la Biblia que pueden ayudarte a averiguarlo.

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