¿Has sentido alguna vez que tu duro trabajo pasó desapercibido o no marcó la diferencia?
El rey David es la única persona de la Biblia a la que Dios llama hombre conforme a Su corazón. Pero incluso David se sintió ignorado.
Cuando Dios le dijo a Samuel que ungiera al próximo rey de Israel, Samuel se reunió con Isaí y sus hijos. Cada uno de ellos parecía tener las cualidades de un buen rey, pero Dios no eligió a ninguno de ellos.
Isaí dijo que aún tenía otro hijo, David, que estaba cuidando las ovejas. En aquella época, los pastores eran considerados impuros y sucios, por lo que probablemente David no fue invitado inicialmente. Pero aunque otros lo ignoraron, Dios eligió a David para guiar a Israel.
Aun cuando David no era visto, Dios sí lo vio, tal como te ve a ti ahora.
Si Dios pudo usar a David, un pastor corriente, para hacer cosas sorprendentes, también puede usarte a ti.
Lo que haces cuando nadie te ve, te moldea para que llegues a ser lo que Dios te formó a ser y te prepara para los planes que tiene para ti.
Tal como David, sigue depositando con esmero tu fe en Dios. Y recuerda, que aun cuando no te sientas valorado, puedes confiar en que Dios te ve, te ama y te valora.